Praga - Día 2: Barrio judío y paseo por el Moldava

He pasado mala noche: no podía dormir, me desperté varias veces, mucha luz por la ventana (por la luna y las farolas primero y luego porque amanece terriblemente temprano, una hora antes que en Málaga aproximadamente) y mucho ruido. Estoy levantado desde las 6.30 y he aprovechado para pulir un poco la entrada de ayer y empezar a escribir esta primera parte de la de hoy. ¡Ay!, ¡qué sueño voy a pasar!

Cosas pendientes para hoy: cambiar dinero y conseguir un bono de transporte.

Para el primer objetivo fuimos a la calle Na Příkopě siguiendo la información que leímos al respecto en el foro de LosViajeros, donde un tal Bechamel contaba el día 2 (hace solo 5 días) lo siguiente:

El mejor cambio de Praga, acabo de venir de allí, está Na Prykope, 12. Viniendo de la Plaza Wenceslao a la izquierda, veréis un Mc Donalds, al lado una tienda Adidas y al lado una puerta para una galería comercial, se ve el directorio de tiendas sobre una pared blanca. He cambiado a 25,40 por euro, ni cantidad mínima ni nada. El cartel es real y el cambio también.

En nuestro caso nos dieron 25.6 czk por cada euro. Cambiamos 200 € (5120 czk), que resultó ser muy poco, tendremos que volver a cambiar mañana, a ver si encontramos un sitio no demasiado caro más cerca. En la misma galería donde cambiamos el dinero había un bar-cafetería con cómodos sofás y como estábamos hartos de andar (no teníamos ni idea en ese momento de lo que nos quedaba aun), nos sentamos y nos tomamos nuestras primeras cervezas checas: una Pilsner Urquell cada uno. La verdad es que no estaban mal, más suaves que las cervezas españolas. De hecho, a mí no me gusta nada la cerveza española, pero ésta me la pude beber, aunque tampoco es que me vuelva loco.

Una vez con coronas checas compramos en una estación de metro 2 bonos de transporte de 5 días (500 czk cada uno). Estos bonos servían para coger cualquier línea de metro, autobús o tranvía, además del funicular de Petřín tantas veces como se quiera durante los 5 días que dura. También hay opción de sacarlo para 3 días. Con esto cumplíamos el segundo objetivo del día y llegaba la hora de hacer turismo. Nuestra inauguración del metro de Praga no fue para ir muy lejos: 1 estación con una línea y otra con otra línea, aun así se agradeció un descanso de tanto andar.

Fuimos a Josefov (el Barrio Judío) y empezó nuestro peregrinar por las sinagogas, la sala ceremonial, el viejo cementerio judío, la galería Robert Guttmann y la exhibición de Golem. El precio de la entrada combinada para ver todo esto fue de 290 czk y lo único que no iba incluido era la sinagoga Vieja-Nueva, cuya entrada se pagaba aparte.

Sinagoga Maisel

Fue construida en 1590-1592 por el Alcalde Mordechai Maisel en estilo renacentista. Víctima del incendio de 1689, fue posteriormente reconstruida en estilo barroco y, a finales del siglo XIX, remodelada en estilo neogótico.

La Sinagoga Masiel se usa hoy como sala de exposición y depósito del Museo Judío: libros, objetos decorativos, telas, plata, etc.. Aloja la exposición "Historia de los Judíos en Bohemia y Moravia desde los primeros asentamientos hasta el período de la emancipación", que continúa en la Sinagoga Española.

Sinagoga Española

Fue construida en estilo morisco en 1868 en el sitio de la sinagoga más antigua de Praga (la Vieja Escuela). Su nombre viene de su parecido con La Alhambra de Granada. La sinagoga es cuadrada con una cúpula sobre el espacio central.

En su interior se puede ver la exposición "Historia de los Judíos en Bohemia y Moravia desde la emancipación hasta el presente", que continua la exposición de la sinagoga Maisel. Tras 20 años cerrada, se abrió de nuevo al público en 1998 por el 130 aniversario de su fundación.

Fue sin duda la que más nos gustó de todas.

Sinagoga Pinkas

El edificio actual es obra de la familia Horowitz, que lo hizo construir en 1535. Tras la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en un Monumento a los judíos de Bohemia y Moravia asesinados por los nazis. En sus paredes están inscritos los nombres de las 80.000 víctimas judías, sus datos personales y los nombres de las comunidades a las cuales pertenecieron.

La sinagoga Pinkas también alberga la exposición "Dibujos de los niños de Terezin, 1942-1944", una amplia colección de más de 4.000 dibujos hechos por niños que estuvieron en el campo de concentración de Terezín. Entre los prisioneros en Terezin había más de 10.000 niños menores de 15 años. De 8.000 de ellos enviados al Este, solo sobrevivieron unos 242.

Viejo Cementerio Judío

Fue fundado en la primera mitad del siglo XV y su tumba más antigua es de 1439. Junto con la Sinagoga Vieja-Nueva es uno de los monumentos más importantes que se conservan en el Barrio Judío de Praga. Se estima que puede haber unas 100.000 personas enterradas.

Pese a que fue ampliado varias veces, el área del cementerio era insuficiente y fue necesario añadir sucesivas capas de tierra, por lo que hay varias capas de enterramientos superpuestas unas sobre otras.

La primera impresión al ver las tumbas es de caos total, con lápidas torcidas y amontonadas.

Sinagoga Klaus

La Sinagoga Klaus se encuentra al lado del viejo cementerio judío. Su nombre viene de la palabra alemana “klause“ que significa edificio pequeño. El edificio actual es posterior al incendio del ghetto (1689) y fue terminado en 1694. Era la mayor sinagoga del ghetto y la utilizaban los miembros de la Sociedad Funeraria de Praga.

La exposición "Tradiciones y Costumbres Judías I" destaca la significación de la sinagoga y de las diferentes festividades judías. En la galería de la sinagoga se exponen objetos de la vida cotidiana de la famillia judía y las costumbres relacionadas con el nacimiento, la circuncisión, la ceremonia bar mitzva, el matrimonio, el divorcio y el hogar judío. También contiene una gran colección de textos hebréos y, al igual que la sinagoga Pinkas, dibujos de Terezín hechos por los niños que allí estuvieron.

Sala Ceremonial

El edificio de la antigua Sala Ceremonial y de la cámara mortuoria junto al Viejo Cementerio Judío fue construido en estilo neorománico en 1911–1912. En el ámbito del complejo del Museo Judío, la Sala Ceremonial de la Sociedad Funeraria de Praga (fundada en 1564), Hevra Kadisha, se ha convertido en lugar de exposición.

En la planta baja y en el primer piso se encuentra la sección final de la exposición "Tradiciones y Costumbres Judías II", dedicada a los temas de la enfermedad y la medicina en el ghetto, la muerte, los cementerios judíos en Bohemia y Moravia y las actividades de la Sociedad Funeraria.

Sinagoga Vieja-Nueva

Fue construida en estilo gótico temprano en 1270, siendo la sinagoga más antigua de Europa aun en funcionamiento y uno de los primeros edificios góticos de Praga. Se empezó a llamar Vieja-Nueva tras la construcción de otras sinagogas en el siglo XVI. Es una de las tres sinagogas de Praga, junto con la Sinagoga Alta y la Sinagoga de Jerusalén, donde se celebran servicios religiosos.

Al entrar en esta sinagoga me dieron una kipá (el gorrito típico judío) para que me lo pusiera, pero no se me paraba de caer de la cabeza. La entrada no estaba incluída con las del resto de sinagogas y había que comprarla aparte.

Centro Educacional y Cultural del Museo Judío de Praga

El Centro de Educación y Cultura del Museo Judío de Praga ofrece programas educativos y culturales, conferencias, programas variados, talleres y ciclos temáticos acerca de la historia bíblica judía, la antigua y la moderna, la cultura del pueblo judío y sus costumbres, el antisemitismo y el holocausto.

Este centro no lo llegamos a ver: estábamos ya muy cansados de dar vueltas por el Barrio Judío y nos lo saltamos.

Sinagoga Alta

La sinagoga alta se encuentra en el primer piso del ayuntamiento judío (también se la conoce como “la del ayuntamiento”), y fue financiada por Mordechai Maisel en la segunda mitad del siglo XVI. Tiene dos plantas: en la planta alta alberga una colección de telas, cortinas y objetos de plata, mientras que en la planta baja hay una pequeña tienda de recuerdos. Su nombre se debe a que su altar está situado en la parte alta de unas escaleras.

De esta sinagoga no se decía nada en el folleto que nos dieron, así que no la vimos.

Galería de Robert Guttmann

La Galería Robert Guttmann está ubicada en la planta baja, en la parte nororiental del Museo Judío y se dedica a exposiciones temáticas de corta duración. En los últimos diez años ha crecido enormemente la colección de cuadros del Museo Judío, así que la galería se dedica especialmente a exponer las obras de esta colección. Las exposiciones de esta galería se orientan preferentemente a los artistas judíos locales de fines del siglo XIX y primera mitad del siglo XX. Pero también es objetivo de la galería presentar el arte de post guerra y el arte moderno actual. La sala de exposiciones presenta cuatro hasta 5 exposiciones al año.

Exhibición del Golem

Teníamos ganas de ver esta exhibición, pero fue una gran decepción. Consistía en una sala con sillas y una especie de foco con la parte de arriba llena de arena. De modo que se podía dibujar en la arena y al darle la luz desde abajo se proyectaba en una pantalla el dibujo. Muy interactivo, sí, pero desde luego no fue lo que esperábamos.

No he encontrado nada sobre esta exhibición con lo que ampliar la información, supongo que porque era algo temporal.

Nos tiramos más de 7 horas seguidas andando por el Barrio Judío. La única excepción fue el rato del almuerzo, en un restaurante al lado de la sinagoga Pinkas, donde por fin pude comer el pato típico (muy bueno) con una especie de pan (que no era pan) con forma redonda y otra cosa rara amarillenta de la misma forma que no sé lo que era exactamente pero que no me gustó. Todo ello con acompañamiento de coles (mejor no decir lo que opino de las coles...). @mystra74 pidió goulash, una especie de estofado de ternera muy bueno, y con la carne muy tierna.

Tras tanto andar, estábamos agotados, así que nos sentamos a tomarnos unos helados y luego compramos unos tickets para un paseo en barco por el Moldava: 3 horas de travesía con aperitivo de bienvenida, cena buffet y un grupo tocando música. La hora y pico que faltaba para que saliera el barco la pasamos allí al lado descansando tirados en un banco.

La travesía estuvo muy bien. Las vistas desde el Moldava realmente merecen la pena, tanto durante el día como de noche. Nada más subir al barco nos dieron un licor típico de Praga cuyo nombre no recuerdo, pero que era bastante fuerte. En el buffet libre había variedad y la calidad no estaba mal. Tras la cena subimos a la parte de arriba del barco para disfrutar mejor de las vistas y de la música. El grupo no es que tocara de maravilla, pero le ponían entusiasmo y buen humor y la verdad es que animaban bastante el ambiente.

Al bajar del barco, fuimos una vez más hasta el puente Carlos para cruzar, volver al hotel y poner fin a este agotador día.

Puedes ver todas las fotos del día en el álbum Praga 2009 - Día 2.