Praga – Día 8: Vuelta a Málaga y conclusiones
Llegó el día de la despedida. Nos levantamos temprano, terminamos de preparar las maletas (poca cosa, que lo dejamos casi todo listo ayer) y, antes de irnos, procedimos a pagar nuestra estancia, menos mal que aceptaban tarjeta, porque era algo de lo que no estábamos totalmente seguros y no teníamos suficiente dinero ni en euros ni en coronas checas, y sacar de un cajero no sabíamos si era posible.
Tal como habíamos quedado, a las 9 pasó a recogernos con la furgoneta el tío de la otra vez y nos dirigimos al aeropuerto. Nuestro vuelo salía a las 11:25 (hora estimada de llegada a Málaga: 14:45), así que llegamos con tiempo de sobra.
Facturamos el equipaje y nos pusimos a dar vueltas por las tiendas, @mystra74 incluso hizo algunas compras de última hora, incluyendo algo de alcohol típico checo.
Llegamos a Málaga más o menos a la hora prevista, cansados, pero contentos. Después de una semana en Praga, lo primero que percibimos al salir del aeropuerto fue un calor extremo (Málaga en agosto, vamos). Luego ya empezamos a sufrir cosas chungas de otro tipo, como tener que recorrer una buen trecho al sol para llegar a la estación del cercanías, o que dicha estación no tuviera accesos para minusválidos, lo cual nos habría venido muy bien para subir las dichosas maletas (la estación está en alto y solo había escaleras), pero bueno, en Málaga las cosas se hacen así de bien…
Mi conclusión de todo el viaje es que ha sido una experiencia muy satisfactoria y no ha hecho más que aumentar mis ganas de viajar. Praga es una ciudad muy civilizada y se nota. Allí ceder el asiento en el autobús/tranvía a las personas mayores es la norma, sin que esté escrita en ningún sitio. Las calles están limpias, y eso que el número de turistas en estas fechas es brutal. En fin, que recomiendo a cualquiera que se pase por allí. Y @mystra74 a ver si el verano que viene nos marcamos un viajecito a alguna otra ciudad europea.
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