Warm Bodies (Memorias de un zombie adolescente) (2013)
- Título original: Warm Bodies
- Título en España: Memorias de un zombie adolescente
- Año: 2013
- Género: comedia, terror, romance
- Director: Jonathan Levine
- Escritores: Jonathan Levine (guión), Isaac Marion (novela)
- Duración: 98 min.
- País: Estados Unidos
- Nota IMDb: 7.1/10
- Nota: 3.5/5
Los zombis están de moda, eso a estas alturas no creo que nadie lo niegue. La serie The Walking Dead tiene gran parte de culpa de ello. Yo mismo nunca he sido especialmente fan de los muertos vivientes —aunque en su día disfruté de Shaun of the Dead—, pero estoy irremediablemente enganchado a la serie.
Warm Bodies aprovecha esta moda, pero desde un punto de vista distinto del habitual, con un zombi como protagonista. Uno que habla; poco, pero habla. Un zombi del que, además, conocemos sus pensamientos gracias a una voz en off. La historia gira en torno a R —el muerto viviente del que hablaba— y la curiosa relación que establece con Julie, una chica a la que salva de un banquete seguro a manos de sus amigos no-muertos.
La película es tan rara como cabría esperar, pero también divertida; con algunas situaciones francamente absurdas, pero no se puede esperar otra cosa con ese argumento. En general me gustó y me resultó muy entretenida y original. Solo me pregunto, como en tantas otras ocasiones, en qué piensan los que adaptan los títulos al español, porque de Warm Bodies a Memorias de un zombie adolescente va un trecho.
Y hablando de historias de zombis originales no puedo dejar de mencionar Raising Stony Mayhall de Daryl Gregory, una novela que aun no he leído, pero que no tiene mala pinta. Si os pica la curiosidad, hablan de ella en Sense of Wonder y La Biblioteca de Ilium. Desde luego hay más libros con enfoques originales sobre el asunto, pero tampoco es plan de hacer una lista.
Algunas cosas que me rechinaron un poco, aunque no lo suficiente para estropearme una película que tampoco hay que tomarse demasiado en serio:
- Zombis hablando. Mal, bajito, despacio… pero hablando. Sin esto R habría tenido un serio problema para comunicarse con Julie, pero aun así tenía que mencionarlo. Y encima parece que le cogen el gusto al parloteo, porque cada vez lo hace más fluidamente. Se ve eso de que la práctica lleva a la perfección es una máxima que se puede seguir usando más allá de la muerte.
- Zombis conduciendo. ¿Casi no podían ni andar y se ponen a conducir? Curioso también que anden así de mal y luego R se ponga a correr cuando hace falta.
- Los bonies —los zombis esqueleto, no sé cuál habrá sido la traducción oficial— parecían estar en mejor forma que humanos y zombis normales, siendo, o a mí me lo pareció, más rápidos y fuertes.
- Y, por supuesto, todo el tema de la «curación» del final.
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