Náufrago - Cast Away (2000)

No hay nada como una buena película para salvar una tarde de aburrimiento. Ayer fue Náufrago la que me ayudó a sobrellevar la sobremesa y como tiene ya 12 años, no me voy a cortar con los spoilers, así que si no la habéis visto, mejor no sigáis leyendo y vedla ya.

Por si aun queda alguien que no la haya visto y aun así haya seguido leyendo, en Náufrago Chuck Noland es un empleado de FedEx que, tras un accidente de avión, acaba en una isla desierta donde tendrá que valerse de su ingenio para sobrevivir.

Está protagonizada por Tom Hanks y dirigida por Robert Zemeckis, la misma combinación que Forrest Gump (1994) y, como en ésta, el resultado es sobresaliente. Hacía años que no la veía y temí que no fuera tan buena como la recordaba, pero me sigue pareciendo genial de principio a fin.

Algunas cosas que me gustaría destacar:

• El naufragio: en mi opinión la puesta en escena del aparatoso accidente está bastante conseguida.
• Las cajas de FedEx: la marea arrastra a la playa unos cuantos paquetes de los que iban en el avión. Cuando los abre, acaba dándole uso a todo: un vestido como red de pesca, un balón de voleibol que se convierte en su mejor amigo, unos patines de hielo que le sirven de espejo, cuchillo, hacha y lo que se tercie, cintas de vídeo que usará como cuerda… Solo hay un paquete que decide no abrir y que finalmente entrega a su destinataria cuando regresa de la isla.
• Wilson: el balón que mencioné en el punto anterior es el «personaje» más importante después del propio Noland. Cuando finalmente se lo lleva la marea, da lugar a uno de los momentos más tristes de la película, nunca la pérdida de un objeto inanimado hay sido tan trágica. Es, además, un elemento importante para que el protagonista no se vuelva loco del todo durante su solitaria estancia en la isla.
• Haciendo fuego: los primeros intentos de hacer fuego son justo como deben ser: un completo fracaso. Pocos de nosotros conseguiríamos hacer fuego con unas ramitas, eso seguro. Al final lo consigue, claro, y menuda juerga cuando lo hace.
• Cuatro años después: Chuck consigue finalmente quitarse la muela que le molestaba desde el principio, y en la siguiente escena han pasado 4 años y vemos a un Chuck Noland mucho más delgado, moreno y con una frondosa barba. Tom Hanks perdió 22 kg para esta parte durante los 2 años que duró el rodaje.
• El regreso: cuando finalmente logra volver a casa, se da cuenta de que después de tanto tiempo, todos sus conocidos tuvieron que seguir con sus vidas sin él, incluída su novia Kelly (Helen Hunt). Con ella tiene lugar otra gran escena dramática, aun se quieren, pero ella tiene otra vida ahora. Tan triste como realista.

Según parece ni Wilson (la marca fabricante de balones a la que debe su nombre el compañero de Noland) ni FedEx pagaron en concepto de product placement, aunque al menos la última sí que colaboró con sus servicios durante la película. Estoy seguro de que a ambas les vino muy bien la publicidad.

En definitiva, dos horas y pico de película que se me pasaron en un suspiro y una genial interpretación de Hanks. Y como detalle, la película termina en el mismo cruce de caminos que sale al principio.