Brisas del Mediterráneo 2013 - Día 8: desembarco en Barcelona

Esta entrada forma parte de una serie dedicada al crucero por el Mediterráneo del que disfrutamos en julio de 2013. Las entradas están recopiladas en Brisas del Mediterráneo 2013.

Despedida del Sovereign

Comenzamos nuestro último día de crucero a las 7, quedándonos ya solo unas horas para disfrutar del Sovereign. Fuimos a desayunar a las 7.30 porque teníamos que dejar el camarote antes de las 8. Había distintas horas de desembarco según la cubierta; cuanto más arriba, más temprano se llevaba a cabo. A los de la cubierta 6 nos tocaba a las 9.30. Y sí, comprueban de qué cubierta eres en la cola de salida para que no se cuele nadie; recordad que lo pone en la tarjeta que hay que mostrar siempre.

Durante la noche nos habían echado por debajo de la puerta la factura con los gastos de toda la semana por si teníamos que reclamar. Casi 200 € en nuestro caso: 72 € por persona de tasas de servicios más las pocas compras que hicimos. Como usamos tarjeta de crédito no tuvimos que hacer nada más; los que pagaron una fianza en efectivo tenían que ir a recepción a que les devolvieran lo que les hubiera sobrado o a pagar lo que les faltara antes de irse.

El desembarco fue bastante rápido y la organización una vez fuera, impecable, tanto para la recogida de maletas como la cola para coger un taxi. El nuestro nos llevó por 15 € a la estación de Sants, donde llegamos a las 10.10.

Barcelona

Como teníamos más de 5 horas de espera por delante, metimos todo el equipaje en 2 consignas y nos pusimos a dar vueltas sin el peso extra de las maletas ni los 10.40 € que nos costó (¡ouch!).

En la estación nos encontramos con una de las parejas de nuestra mesa de las cenas en el crucero y nos fuimos al McDonalds con ellos a tomar algo y charlar mientras esperábamos. La verdad es que la conversación hizo la espera más llevadera, pero duró poco: su tren salía mucho antes que el nuestro.

Poco después de quedarnos solos de nuevo decidimos irnos en metro al Parque Güell, que nos gustó mucho en nuestra primera visita a Barcelona hace ya algunos años. Pedimos indicaciones para saber qué línea coger y dónde bajarnos, pero desde la parada de metro en que nos dijeron que bajáramos hasta el parque tuvimos que hacer una subida que a mí me iba a dar algo malo. Yo no paraba de acordarme de los familiares de quien nos indicó cómo llegar. Como si no hubiéramos tenido bastante con las cuestas del día anterior en Mónaco. Y encima Mariluz había guardado el FitBit en la maleta, así que no nos contó todo ese ejercicio… ¡qué desperdicio! Con el calor que hacía fue llegar y buscar un sitio para sentarnos a la sombra. Dimos una vuelta mientras bajábamos por el parque y cuando llegamos al final salimos y nos fuimos hacia la parada de metro más cercana —que de cercana tuvo poco—. Así que la idea de ir al parque a esas horas no fue la mejor. Tras el paseo regresamos a Sants y volvimos al McDonalds para almorzar.

Subimos al AVE a las 15.30, 20 minutos antes de la salida. Y tuvimos suerte: ¡había enchufes! Además, después de las estrecheces de los autobuses de las excursiones, el espacio de los asientos del AVE nos pareció todo un lujo.

El camino fue largo, pero al menos esta vez las casi 6 horas fueron del tirón en un solo trayecto. Cenamos en el mismo tren unos sandwiches de la cafetería, que no recuerdo cuánto costaron, pero seguro que no fueron baratos. Como estaba previsto llegamos a Málaga a las 21.40, y nos fuimos para casa con una taxista muy parlanchina. El viaje había terminado y nosotros estábamos agotados, necesitábamos unas vacaciones de las vacaciones.

Más sobre el día 8

Gastos del día: 248.05 € (cena y taxi a casa no incluidos, que no lo apunté)

  • Factura Sovereign: 199.40 €
  • Taxi del puerto a la estación de Sants: 15 €
  • Consigna: 10.40 €
  • Tentempié en el McDonalds: 4.25 € €
  • 4 billetes de metro: 8 €
  • Comida en el McDonalds: 11 €

Mariluz metió su Fitbit One en la maleta, así que no hay información de actividad de este último día.